jueves, 23 de octubre de 2008

mirando la imagen, escuchando una cinta de voces (no se si fue el viernes o el sábado)





I

los recuerdos del muerto despiertan en una oleada imaginaria esquizofrénica.
¿qué es lo que hay en una fotografía sino fantasmas?
y todos esos diafragmas de contradicción insensata .

qué es lo que hemos visto
hay espacio desértico tras la destrucción
corrieron a esconderse debajo de las plantas

ahora este parque está vacío

por supuesto que existen los fantasmas, claro que existen. esta es la prueba.
nosotros somos fantasmas de nosotros mismos
lo escucharemos cuando vallamos a morir. ¿qué es lo que queremos?
ya hemos muerto mil veces, cada instante

"eres un machista.
yo no me voy,
yo no tengo ganas de irme..."


II

nuestros problemas quedaron olvidados, pero el espacio nunca olvidó su carácter. nunca lo olvidará
como nosotros

las emociones no caben adentro de las cabezas
entonces era intenso

solo el sabor es diferente;
nuevo carácter respirado

III

éramos otros

él se fue a nueva york. solo los de allí pudieron verle en ese momento. le miraron durante algunos de sus ratos. pero no sabían nada de él
y su impresión no era la misma aquel día. no fue la misma.
imagina que yo hubiera estado allí entonces, cuando llegó

lunes, 13 de octubre de 2008

cuenca es el estribillo



estos días cuenca esta vacía; es un triste desierto. por las mañanas tengo que cruzar la plaza de españa; el cielo abierto, la gran fuente redonda. atravieso los edificios, bajo la cuesta hasta llegar al río para cruzarlo, sin encontrar a casi nadie. el agua está en calma, como un espejo. encuentro una emoción en todo esto; entre paja seca, árboles y cemento.
por la mañana fui a clase
y al medio día comí en un comedor de plástico
salí a comerme la manzana en donde está el césped. solo me acompañaban algunos trozos de papel arrugado y alguna mierda seca de perro.
abajo unas gradas,
un gran porche, un banco...
camino por ahí debajo
volví a subir arriba a pintar. cogí un trozo de cartón y lo coloqué en la pared. compré un tubo de pintura blanca. y me pasé la tarde hasta terminar con el fragmento que me cabía de mis recuerdos
no había nadie en la facultad. nada más que un profesor pintando en la habitación opuesta, como un espejo en la estructura simétrica del edificio, con un puente uniendo los dos pasillos. por la ventana se veía un bosque.
me gusta el atardecer.azul oscuro que degrada suavemente en amarillo y rojo oxidado perfilando el orizonte; el mismo que se refleja en los atardeceres del bósforo.

él se acercó a donde estaba yo. pero fue antes de terminar; más bien cuando estaba empezando. siempre lo hace, pasearse por los alrededores. se que está buscando algo.
le pregunté: "¿qué es lo que quieres?" [es la única parte que se me ha quedado grabada]
-lo que quiero es que no me digas que esto está vacío. y tampoco quiero tener que ser el responsable de esta conversación.
así se fue tras la pared, al fondo de su habitación.

cuando mi cuadro estuvo a medias le busqué para poner mi parte. le encontré en el pasillo.

y al final, cuando el cielo ya se estaba volviendo oscuro, terminé de pintar mi atardecer.

volví a casa vibrando por dentro, por haber estado enfrentándome al cartón durante varias horas. volví caminando a solas, igual que el resto del día, después de aprender que hay niños que vuelan y se quedan pegados al techo como los globos.