"Debió de ser en el transcurso de ese viaje cuando la imagen se destacó y alcanzó su punto álgido. Pudo haber existido, pudo haberse hecho una fotografía, como otra, en otra parte, en otras circunstancias. Pero no existe. El objeto era demasiado insignificante para provocarla. ¿Quién hubiera podido pensar en eso? Sólo hubiera podido hacerse si se hubiera podido presentir la importancia de ese suceso en mi vida, esa travesía del río. Pues, mientras tenía lugar, aun se ignoraba incluso su existencia. Sólo Dios la conocía. Por eso, esa imagen, y no podría ser de otro modo, no existe. Ha sido omitida. Ha sido olvidada. No ha destacado, no ha alcanzado su punto álgido. A esa falta de haber sido tomada debe su virtud, la de representar un absoluto, de ser precisamente el artífice."
El amante, Marguerite Duras
jueves, 29 de marzo de 2012
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