domingo, 8 de abril de 2012

nadie puede saberlo... nadie puede saber sobre los recorridos de los lagartos, la tonalidad de mis pasos sobre los deshechos iluminados, donde las paredes parecen imperceptibles, mas se abalanzan sobre uno. en el cielo abierto, en el descampado de lo irracional. una emoción de sol sobre los cardos secos. la ciudad húmeda, el sonido imperceptible de las horas.
no creo en la técnica,
venimos de la nada,
aprendemos recordando, en soledad.