la torre que se balancea
la torre que calló
ahí perdí mi vida
en esa torre
mordiendo su carne
en esa torre que caía
y en su polvo
y en su suelo frío
protegido por mi chamarra
en esa torre mis piernas
sujetando las suyas
y las ventanas viejas
desde donde podía verse la ciudad entera y sus montañas
esa ciudad
minúscula y árida
y la torre caía
y se retorcía
una linterna enorme
un halo de polvo en las escaleras
un cristal resistente sobre el abismo (la caída libre de 400 metros)
arriba mis piernas se entrelazaban con las suyas
y la levanté en el aire
aunque ahora parezca que no me quede la fuerza
observábamos la ciudad
le mostrábamos nuestro cuerpo
agarrandonos en la roca
el viento nos tentaba
viernes, 20 de noviembre de 2009
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